Qué es el negativismo: concepto, signos, causas y tipos

Qué es el negativismo: concepto, signos, causas y tipos

El negativismo es una característica de comportamiento en la que un individuo se niega a hacer lo que se espera o se requiere de él. Tal comportamiento puede deberse a circunstancias, estado emocional, rasgos de carácter, malos hábitos, ciertos trastornos mentales y otros factores. Una persona se comporta de forma irracional y, a menudo, se da cuenta por sí misma , pero al mismo tiempo siente la necesidad de seguir adhiriéndose a este patrón de comportamiento.

El término «negativismo» está tomado del latín, en el que la palabra negativismus (con el mismo significado) se deriva de la palabra negativus – negativo.

En un estado de negativismo, un individuo tiene una actitud interna hacia el desacuerdo y la negación, lo que determina tanto su percepción como su comportamiento. Por ello percibe de forma negativa o escéptica todo lo que sucede a su alrededor y en el mundo. Por ejemplo, puede creer que todas las personas se guían únicamente por motivos egoístas y buscan sacar provecho de los demás. Al mismo tiempo, él mismo no se esfuerza por hacer buenas obras y ayudar a los demás, pero por lo general no tiene dudas sobre sus propias cualidades morales (o justifica su comportamiento diciendo que todos son así).

En algunas situaciones, el negativismo puede ser una forma de comportamiento defensivo que ayuda a una persona a evitar situaciones que la asustan. Por ejemplo, si no está seguro de poder hacer algo, se convence a sí mismo de que no lo necesita. Este comportamiento se observa a menudo en fumadores que demuestran ferozmente a los demás y a sí mismos que no tienen motivos para dejar de fumar, aunque ellos mismos llevan mucho tiempo pensando en deshacerse de este hábito.

Signos de negativismo

El negativismo en el comportamiento humano puede manifestarse de diferentes formas, pero los signos más comunes incluyen los siguientes:

  • aislamiento y secretismo;
  • mala educación en respuesta a los intentos de establecer contacto;
  • terquedad, falta de voluntad fundamental para hacer concesiones;
  • incapacidad para cambiar el punto de vista estando de acuerdo con un oponente;
  • ignorar las solicitudes de otras personas (a menudo ostentosas);
  • retirada de la interacción social ;
  • demostración de la propia opresión, intentos de presionar en secreto para obtener compasión;
  • crítica de diversos fenómenos y circunstancias;
  • declaraciones marcadamente negativas sobre cosas que son valiosas para el interlocutor;
  • crítica de las normas y reglas sociales actuales ;
  • incapacidad para admitir los propios errores y deficiencias;
  • echar la propia culpa a los demás y a las circunstancias;
  • comportamiento agresivo irrazonable y no provocado;
  • pensar que todo es malo, que el mundo es imperfecto y que la vida es injusta;
  • percepción negativa de todo lo que sucede;
  • pesimismo sobre los próximos acontecimientos, confianza en la mala suerte;
  • actitud hostil hacia personas positivas y alegres;
  • Incapacidad para ser agradecido.

Las personas que se caracterizan por el negativismo no tienen un único modelo de comportamiento que incluya todas las características anteriores. Algunos de ellos están constantemente insatisfechos con la vida, se comportan de manera grosera, son groseros con los demás y critican todo lo que ven. Alguien intenta parecer amigable, pero constantemente discute con los demás sobre cualquier tema. Y algunos se comportan pasivamente y perciben el mundo que los rodea de manera extremadamente pesimista, creyendo que la vida es injusta para ellos.

Formas de negativismo

Los investigadores identifican cuatro formas principales de negativismo: activo, paradójico, pasivo y verbal. Echemos un vistazo más de cerca a cada uno de ellos.

1. Activo

Esta forma se manifiesta en un comportamiento grosero y, a menudo, agresivo. Una persona niega los valores y normas de comportamiento generalmente aceptados , se niega a seguir las reglas y no responde a los comentarios. Su comportamiento a menudo contradice la lógica y el sentido común. Y esto puede sorprender a otros porque no pueden encontrar una explicación a lo que está sucediendo.

Agresividad

El propio individuo, que se caracteriza por el negativismo, se comporta de forma irracional. Sus acciones a menudo contradicen sus propios objetivos e intereses. En lugares concurridos, a menudo se comporta de manera demostrativamente grosera y desafiante, como si no se diera cuenta de quienes lo rodean. Puede resultar difícil pasar sin golpearlo. Sin embargo, nunca se disculpa si empuja a alguien, sino que solo ataca a la persona, culpándola de todo.

2. Paradójico

Esta forma se manifiesta en el hecho de que una persona hace lo contrario. Cada una de sus acciones es completamente opuesta al comportamiento que se espera de él. Si le piden que haga algo, hace exactamente lo contrario. Algunos investigadores creen que esta forma es un tipo de negativismo activo, a pesar de síntomas específicos.

3. Pasivo

Esta forma no implica un comportamiento grosero y agresivo, pero tampoco se puede llamar a esa persona amable y comprensiva. Suele ser silencioso y lúgubre, y con toda su apariencia demuestra que el mundo que lo rodea lo ha decepcionado. No espera nada bueno, no cree en acontecimientos positivos ni en buenas intenciones. Si a él mismo le piden algo, puede ignorarlo fácilmente. También ignora tranquilamente el sufrimiento de los demás, del que fue testigo accidentalmente, y pasa junto a las personas que necesitan su ayuda, como si no se diera cuenta.

En psiquiatría, el negativismo pasivo es un comportamiento irracional y desmotivado que el individuo mismo no puede explicar. Por ejemplo, puede ignorar peligros y riesgos o dañar deliberadamente su salud. Pero cuando se le pide que explique qué lo guió, no encuentra explicación, ya que su percepción de la realidad circundante está distorsionada.

4. Verbal

Esta forma implica la negativa a comunicar y cualquier comunicación en absoluto. Al mismo tiempo, la salud física de una persona le permite escuchar al interlocutor, comprenderlo y hablar con él. No están en conflicto y tampoco existen otras barreras a la comunicación. Pero todavía no responde a los comentarios que le dirigen.

Para entender cómo se ve esto, la forma más fácil es imaginar una escena familiar de la escuela: un estudiante que no está preparado para la lección no responde a las preguntas del maestro y simplemente permanece en silencio, como si lo ignorara. Los niños se ven impulsados ​​a comportarse así por la falta de comprensión de cómo comportarse y cuáles serán las consecuencias. En los adultos, suele indicar problemas mentales.

Razones del negativismo

Las formas graves de negativismo pueden estar asociadas con ciertos trastornos mentales y deterioro cognitivo. Además, puede ser el resultado de errores de educación, situaciones de crisis de la vida y traumas mentales. También es característico de individuos débiles que no son capaces de defender sus límites personales , pero sienten la necesidad de hacerlo. De esta forma, la persona parece negar la existencia misma de debilidad y su incapacidad para defenderse de los ataques.

El negativismo en el comportamiento puede ser de naturaleza episódica y surgir en el marco de una única situación de crisis. Esta condición también puede acompañar a algunas crisis relacionadas con la edad. Vale la pena señalar que no todos los autores están de acuerdo con esta afirmación. Mucha gente cree que solo las condiciones asociadas con los trastornos mentales pueden llamarse negativismo, y que las manifestaciones episódicas y relacionadas con la edad de tales reacciones son simplemente terquedad o comportamiento de protesta.

Las principales razones del negativismo incluyen los siguientes factores:

  • falta interna de confianza en uno mismo y fuerza;
  • creencia en el engaño y la hostilidad del mundo circundante;
  • falta de comprensión de la situación y sus consecuencias;
  • sentimiento de impotencia;
  • miedo a empeorar una situación que parece estancada;
  • falta de conocimientos, experiencia y habilidades para superar la situación actual.

Los niños suelen recurrir al negativismo pasivo en situaciones en las que no entienden cómo deben comportarse sin ser juzgados o castigados por los adultos. La razón es que tienen poca experiencia. A menudo se ven castigados por experimentar y por no saber, por lo que no reaccionar les parece la mejor respuesta ante una situación cuestionable.

El negativismo infantil

Quizás, solo aquellas manifestaciones de negativismo que surgen en la infancia puedan considerarse normales, ya que todos los niños las atraviesan de una forma u otra. Los niños se enfrentan por primera vez a este fenómeno a la edad de unos tres años. Tienen el deseo de tomar decisiones de forma independiente, de tener y expresar su punto de vista, de sentir su autonomía e independencia.

Niño enfadado

Normalmente, a esta edad se pueden distinguir 3 etapas del negativismo infantil:

  • «No quiero». Como se puede imaginar, esta reacción es que el niño está protestando contra algo que los adultos le ofrecen o imponen.
  • «No lo haré.» Al darse cuenta de que los adultos no siempre hacen lo que él quiere, el niño comienza a protestar más activamente y se niega a hacer lo que le piden.
  • «Yo mismo.» A la edad de tres años, el niño desarrolla la conciencia de sí mismo y la comprensión de sí mismo, trata de mostrar independencia, percibiéndolo como una confrontación con los adultos en la lucha por su independencia.

Curiosamente, este período del desarrollo infantil a menudo sorprende a los adultos que temen que el niño se aleje de ellos y ya no puedan encontrar un entendimiento mutuo con él. Tratando de evitarlo, comienzan a presionar al niño, reprimiendo su deseo de independencia. Pero esto no se puede hacer, ya que esta etapa es natural y necesaria para su pleno desarrollo. Si se suprime el deseo de independencia, el niño puede convertirse en una persona pasiva y de voluntad débil.

La siguiente crisis de negatividad llega en la adolescencia (normalmente entre los 11 y los 15 años). También es importante para la formación de la personalidad. Al mismo tiempo, los padres perciben este período con aún mayor preocupación, ya que ahora les resulta más difícil controlar a su hijo y temen que él mismo pueda hacerse daño. Otras dificultades surgen de los cambios hormonales en el cuerpo, que hacen que los adolescentes sean emocionalmente inestables.

Consecuencias negativas del negativismo

Independientemente de su naturaleza y formas de manifestación, el negativismo tiene un efecto perjudicial en todos los ámbitos de la vida humana. En primer lugar, cabe señalar consecuencias negativas como:

  • incapacidad para confiar en nadie, incluso en las personas más cercanas;
  • percepción escéptica que interfiere con la obtención de información;
  • problemas en la interacción social;
  • críticas y renuencia a continuar la comunicación de los demás;
  • problemas en las relaciones laborales y de asociación (debido a la baja negociabilidad);
  • constantes conflictos internos por falta de comprensión de los propios motivos;
  • impotencia aprendida (provocada por una tendencia a creer en escenarios negativos para el desarrollo de los acontecimientos).

¿Cómo deshacerse del negativismo?

Vale la pena recordar aquí que estamos considerando el negativismo, que es un rasgo de carácter estable, pero no es causado por trastornos mentales o trastornos graves del cerebro. En este caso, es muy posible afrontarlo incluso por su cuenta (aunque vale la pena hablar con un psicoterapeuta). Para hacer esto es necesario seguir los siguientes pasos:

  • Pedir ayuda. Puede resultar difícil identificar de forma independiente una manifestación de negativismo, pero desde el exterior es muy notable. Por lo tanto, tiene sentido hablar con personas cercanas a usted y pedirles que le informen cuando noten algo similar en su comportamiento.
  • Registrar manifestaciones. También vale la pena llevar un cuaderno especial para anotar las manifestaciones que haya notado usted o sus seres queridos a quienes pidió ayuda. También es recomendable anotar las emociones que experimentas en este momento, los pensamientos y supuestos motivos que desencadenaron tal reacción.
  • Aprenda a mirar el mundo de manera positiva. Independientemente de la forma de manifestación, el negativismo se basa en una percepción negativa del mundo que nos rodea. Por eso, es importante desarrollar una actitud positiva hacia las demás personas, su comportamiento y, en general, todo lo que sucede a tu alrededor. Intente crear el trasfondo psicológico más favorable para usted.
  • Renuncia a la posición de víctima. Un rasgo característico de este modelo de comportamiento es que una persona siempre se considera víctima en todo. Esta podría ser una posición activamente agresiva: “¡Todo es culpa tuya!” o pasivo “¡Mira cómo sufro en silencio!” Necesita deshacerse de cualquiera de estos tipos de pensamiento.

Los consejos enumerados pueden resultar muy útiles y eficaces para combatir el negativismo. Aún así, es mejor buscar ayuda de un psicoterapeuta. Un profesional podrá comprender las causas de este problema, haciendo mucho más fácil abordarlo.

Conclusión

En psiquiatría, el negativismo se considera un síntoma de determinados trastornos mentales y trastornos de la actividad nerviosa superior. Sin embargo, no siempre es consecuencia de patologías. Puede surgir como una reacción completamente natural a situaciones desesperadas, crisis relacionadas con la edad, estados emocionales severos, una lucha fallida contra conductas adictivas y otras circunstancias de la vida.

Y, sin embargo, si el negativismo se convierte en el principal modelo de comportamiento, se trata de un problema grave que tiene un efecto perjudicial en la calidad de vida de una persona. Por tanto, debemos luchar contra él. En las etapas iniciales, es muy posible arreglárselas solo, utilizando los consejos que comentamos anteriormente. Si la condición ya está avanzada, es mejor consultar a un psicoterapeuta para obtener ayuda profesional.

Jorge García