Las 12 tácticas militares romanas más importantes
Las tácticas militares han evolucionado continuamente a lo largo de la historia, pero fueron los romanos quienes hicieron las mayores contribuciones a la tecnología avanzada y las tácticas militares analíticas. El ejército romano era muy adaptable y su enfoque de la batalla era muy diferente al de otras unidades militares. Esta habilidad especial de los romanos los diferenciaba unos de otros. No sólo crearon sus propias tácticas, sino que también utilizaron tácticas y armas existentes, modificándolas para sus propios fines. Su éxito en el campo de batalla es prueba de sus técnicas tácticas e innovadoras que no solo fueron efectivas sino también efectivas. ¿Alguna vez te has preguntado cómo lo hicieron? Aquí están 12 de sus diseños romanos más innovadores:
1. Línea triple
Se trataba de una falange de estilo griego que fue adaptada por los romanos. Las formaciones se formaron sobre la base del rango militar. Las líneas estaban formadas por los hombres menos experimentados, los hastati, seguidos al frente por los principios y luego los triarii, o soldados más experimentados. Al frente estaban los velites, los reclutas más jóvenes y pobres, cuyo trabajo consistía en atacar al enemigo que se acercaba con jabalinas.
Estas tres líneas a menudo podían extenderse más de una milla. Hubo varias rupturas en esta formación, pero básicamente era un frente largo y continuo. Los espacios entre las filas permitieron que la línea de retaguardia avanzara si era necesario durante la batalla.
2. Tratamiento médico en el campo de batalla
Los romanos eran bien conocidos por su organización estructurada, que los diferenciaba de sus enemigos, pero sufrieron pérdidas como todos los demás. Los romanos tenían a su disposición especialistas altamente capacitados que fueron contratados para encargarse de la logística y las bajas. Estaban formados por ingenieros, médicos e incluso arquitectos que trabajaron juntos para mantener al ejército fuerte táctica y físicamente.
El ejército romano tenía una unidad especial de médicos, así como un departamento quirúrgico que trataba a los soldados heridos en el campo de batalla. Estos especialistas estaban capacitados para hacer de todo, como garantizar la limpieza de los instrumentos utilizados en la cirugía. Utilizaban agua caliente para desinfectar las herramientas antes de utilizarlas, método que se utilizó hasta bien entrado el siglo XIX. Además, sus deberes incluían garantizar las condiciones sanitarias de los campamentos del ejército para prevenir la propagación de infecciones. También se aseguraron de que los soldados estuvieran bien alimentados, lo que probablemente explica por qué los soldados romanos, o al menos los que sobrevivieron al campo de batalla, vivieron más que los civiles en esa época.
3. Corvo
La Primera Guerra Púnica se libró entre Roma y Cartago del 264 al 241 a. C., cuando los romanos eran considerados recién llegados al Mediterráneo. Los romanos ganaron la guerra con la ayuda de sus ingenieros, quienes llevaron al ejército a la victoria en lo que posiblemente fue la batalla naval más grande de su tiempo.
Al ejército romano se le ocurrió un nuevo mecanismo llamado corvus, que significa «cuervo» en latín. El Corvus era un dispositivo de abordaje utilizado para acceder a los barcos enemigos. En su punta había pesados picos que podían usarse para aferrarse a la cubierta. Esta táctica dio a los romanos una ventaja en la batalla sobre los cartagineses más experimentados.
4. Fuego griego
Fue otra arma táctica desarrollada por los romanos (bizantinos) en el siglo VII d.C. Se cree que esta controvertida arma fue creada por el ingeniero sirio Callinicus y utilizaba un feroz “fuego líquido” que podía arder en la superficie del agua.
Utilizaba un compuesto inflamable que emitía el arma y se utilizaba para prender fuego a barcos enemigos. Su característica más importante era que se encendía al entrar en contacto con el agua, lo que ayudó mucho a los romanos durante sus batallas navales, especialmente las libradas por el Imperio Romano de Oriente.
Algunos autores modernos describen cómo el fuego griego podía combatirse eficazmente con arena y vinagre fuerte, pero el proceso de creación del fuego griego seguía siendo un secreto militar celosamente guardado.
5. Cuña
«Flying Wedge» o «Flying V» son soldados que avanzan en una formación triangular. Los romanos utilizaron con éxito esta formación en forma de V como estrategia militar porque es más fácil girar en esta formación que en una formación cuadrada. En caso de emergencia, los giros se pueden realizar con relativa rapidez ya que todos siguen al líder en la cima. La punta de lanza, o centro de la cuña, estaba formada por líneas de las mejores tropas disponibles.
La eficacia de la formación en cuña se vio claramente cuando los persas la utilizaron con éxito contra Alejandro Magno.
6. Tortuga
El testudo, que significa “tortuga” en latín, era un muro de escudos de origen romano. Esta era una estrategia de primera línea comúnmente utilizada por los legionarios durante la batalla. Era una estrategia defensiva que permitía a la infantería romana defenderse de los ataques de cohetes y arqueros enemigos.
El diseño testudo no era estándar, pero se usaba en circunstancias especiales para controlar peligros específicos en el campo de batalla. Este arreglo era complejo y difícil de lograr, requiriendo la habilidad de los soldados y la sincronización de acciones.
El historiador romano Livio describió cómo esta estrategia defensiva permitió a los soldados romanos avanzar contra una resistencia feroz.
El testudo, formado según estas líneas, se alzaba contra el más mínimo obstáculo. El principal imperativo era que las posiciones del frente no levantaran sus escudos por encima de sus cabezas en una postura defensiva que inspirara miedo, sino que los mantuvieran frente a ellos, como lo harían en la batalla.
Además, el estadista e historiador romano del siglo II Cassius Diona describió cómo el testudo también se usaba para proteger a las bestias de carga como los ponis o los burros.
7. Carroballista
Los griegos desarrollaron el mecanismo básico de la balista en el siglo V a. C., pero los romanos sin duda ampliaron el alcance práctico de este sistema de armas para su uso en el campo de batalla. La carroballista se desarrolló a partir de la manuballista, una máquina de asedio romana de la época imperial. Era el motor de torsión de dos brazos más avanzado utilizado por el ejército romano. La principal diferencia entre estas dos tecnologías era la maniobrabilidad.
La carroballista era una aterradora combinación de la balista romana y la catapulta. Disparó pernos pesados utilizando un sistema de energía de resorte almacenado para obtener la máxima potencia. El arma requería dos hombres para operar en el campo de batalla y pronto se convirtió en el arma principal de la artillería romana. Los informes contemporáneos afirman que había 55 carroballistas en cada legión.
8. Onagro
El onagro recibió su nombre del burro salvaje por su patada, y era un tipo de catapulta que utilizaba la fuerza de torsión obtenida de una cuerda retorcida a modo de resorte para generar la energía potencial necesaria para disparar el tiro. Fue mencionada por primera vez por el historiador Amiano, quien describió esta arma como algo parecido a un Escorpio.
Las balistas (como se mencionó anteriormente) se usaron principalmente para atacar a las tropas enemigas con rayos, pero los romanos también comenzaron a usar otros sistemas de artillería que podían destruir muros y pequeñas fortificaciones con piedras. Los romanos utilizaron hábilmente materiales inflamables junto con piedras como proyectiles y los dispararon contra sus oponentes. Estas tácticas militares aseguraron la victoria de los romanos en muchas batallas.
9. Pilum
Según los informes, cada romano llevaba dos tipos de pilum, o lanza, al campo de batalla, uno delgado y otro grueso. El objetivo de estas armas era destruir las formaciones enemigas provocando roturas en su capa protectora. La evidencia arqueológica de un yacimiento romano en España respalda esta evaluación.
Los pilums eran astas de hasta un metro y medio de largo, fusionadas con hierro y utilizadas como armas arrojadizas. El pylum poseía un enorme poder de penetración que podía penetrar fácilmente los escudos enemigos y herir a sus oponentes.
10. Plomería
Fue una de las armas romanas más interesantes utilizadas tácticamente en el campo de batalla. La plumbata (plumbum que significa plomo) fue diseñada como un dardo arrojadizo con pesas de plomo adheridas y la punta del arma estaba hecha de hierro. Al igual que algunas de las armas mencionadas anteriormente, es posible que tuviera un mango de madera adherido. Esto permitía al soldado romano lanzar dardos de forma ágil, ya sea desde arriba o desde abajo.
No hay evidencia arqueológica de plumbata, pero el emperador Mauricio del siglo VI mencionó martiobarbuli, que es otra palabra para plumbata, como parte del arsenal del Imperio Romano de Oriente.
11. Puente de pontones
El puente de pontones no fue enteramente una invención romana, sino que era un mecanismo flotante utilizado anteriormente por los chinos y persas para diversos fines militares. Se utilizaron embarcaciones ligeras para desplegar este puente flotante. Los romanos aprovecharon este invento y lo adaptaron para sus propios fines, permitiéndoles obtener una ventaja táctica sobre sus enemigos.
12. Carreteras y caminos
Las carreteras eran vitales para el comercio en el Imperio Romano. La construcción sistemática de carreteras por parte de ingenieros cualificados permitió que floreciera el intercambio de bienes y culturas. Los romanos construyeron una enorme red de caminos a partir del siglo II. En la primera época del Imperio Romano, desde la capital partían 30 carreteras militares y casi 400 caminos conectados a ellas. Las carreteras permitieron a los romanos comunicarse e intercambiar bienes comerciales más rápido. Las legiones romanas ahora podían viajar entre 35 y 40 km por día, mucho más rápido que antes.
La construcción no se limitó a las carreteras. Los romanos también construyeron casas a lo largo de la carretera, lo que permitió al ejército establecer redes de comunicación y compartir inteligencia e información secreta a largas distancias.
El ejército romano utilizó las herramientas y técnicas mencionadas anteriormente para asegurar la victoria en la batalla. También se aseguraron de que sus batallas fueran cuidadosamente planificadas, incluida la fase de planificación previa a la guerra, cuando se discutían las tácticas. Después de decidir sus tácticas, el siguiente paso fue desplegar a los soldados. Finalmente, analizaron el peligro y siempre tuvieron medicamentos y otros suministros listos en caso de una emergencia.
De esta manera, el ejército romano dio ejemplo de la guerra global moderna y mostró cómo las tácticas, la planificación y el armamento podían ganar una guerra.