La trata de esclavos en Bizancio

La trata de esclavos en Bizancio fue una parte significativa de la economía y la estructura social del Imperio durante la Alta Edad Media. La capital bizantina, Constantinopla, albergaba varios mercados, entre los cuales destacaba el mercado de esclavos, un centro de comercio donde se intercambiaban prisioneros y otros bienes humanos.

Los mercados de esclavos en Constantinopla

Durante los siglos VIII y IX, el Imperio Bizantino libró diversas guerras que generaron un número considerable de prisioneros, muchos de los cuales eran vendidos como esclavos. Al tratarse de personas capturadas fuera del mundo cristiano, la moralidad de comerciar con ellos no era cuestionada por los bizantinos, quienes operaban con la conciencia tranquila. Constantinopla, con su actividad comercial floreciente, tenía varios mercados dedicados a esta actividad.

Uno de los principales mercados de esclavos se encontraba en Stavrion, cerca de la costa de Keras, junto al carvunarium. Fue construido durante el reinado del emperador Teófilo, lo que demuestra la continuidad de esta práctica desde mucho antes, aunque fue en esa época cuando se le otorgó un nuevo espacio. A finales del siglo IX, existía otro mercado en las afueras de la capital, donde los comerciantes rusos y otras etnias compraban y vendían esclavos.

Rutas y mercados provinciales

Antes de llegar a los mercados de Constantinopla, los esclavos solían pasar por diversos mercados provinciales en Asia Menor y otras regiones. Tras la batalla de Seutópolis en el año 692, Justiniano II convirtió a miles de eslavos capturados en esclavos. Estos fueron vendidos en diferentes provincias, como Caria, Cilicia, Capadocia e Isauria. El comercio de esclavos se centraba en lugares estratégicos como Avidos, una ciudad situada en la entrada sur del Helesponto, que contaba con un importante puesto aduanero.

Avidos era conocido por la venta de esclavos domésticos, incluyendo sirvientes, bailarines, y otros destinados al placer de sus amos. Por otro lado, los esclavos destinados a trabajos manuales, conocidos como andrápodos, se importaban a través del Bósforo desde la región del Mar Negro.

El papel de los mercados mediterráneos y del Mar Negro

Los mercados de esclavos del Egeo, como el de la isla de Quíos, también desempeñaban un papel relevante en este comercio. Quíos, según los restos arqueológicos, mantuvo su actividad comercial a lo largo de los siglos, siendo un punto de intercambio donde los prisioneros capturados por piratas eran vendidos como esclavos.

El comercio de esclavos en Bizancio no se limitaba solo al Mediterráneo, sino que también incluía transacciones con los húngaros y otros pueblos de Europa del Este. Autores árabes, como Ibn-Ruste, describieron cómo los magiares capturaban a los eslavos y los llevaban a puertos bizantinos en Crimea para intercambiarlos por productos de lujo como seda y alfombras. Este flujo constante de esclavos y mercancías contribuía a la prosperidad de los mercados de esclavos bizantinos.

La Ruta de la Seda en el siglo I d.C.
La Ruta de la Seda en el siglo I d.C.

Consecuencias y legado

La trata de esclavos en el Imperio Bizantino no solo fue un motor económico, sino también una herramienta de integración social y política. A pesar de las tensiones morales y religiosas que pudieron existir, el comercio de esclavos se mantuvo como una práctica central en la vida cotidiana del imperio. La historia de este comercio revela las complejas dinámicas de poder y la importancia estratégica de las rutas comerciales que conectaban Constantinopla con el mundo más allá de sus fronteras.

El impacto de este comercio no se limitó a la economía, sino que también dejó huellas en la demografía y en las relaciones sociales de la época, creando una sociedad que, aunque avanzaba en ciertos aspectos, seguía sosteniéndose en la explotación de seres humanos. La historia de los mercados de esclavos en Bizancio nos ofrece una visión de las contradicciones de una civilización que, mientras florecía culturalmente, mantenía prácticas profundamente desiguales.