Hedonismo: qué es y sus principios básicos
Este término tiene dos significados:
- El hedonismo filosófico (ético) es la doctrina de que una persona debe luchar por el placer. Al mismo tiempo, el hedonismo no debe identificarse con el egoísmo. La cuestión es que la sociedad debe construirse de tal manera (y las personas deben interactuar entre sí de tal manera) que todos estén satisfechos y experimenten un mínimo de inconvenientes.
- El hedonismo psicológico (fisiológico) es el deseo natural de una persona de aumentar la cantidad de placer en su vida y reducir la cantidad de sufrimiento. Este fenómeno se considera el motivo principal (y a veces el único) de la mayoría de las acciones humanas.
En el segundo significado, el término “hedonismo” rara vez se utiliza, por lo que estamos considerando un hedonismo filosófico o ético. A su vez puede adoptar una de dos formas:
- egoísmo hedónico: el deseo del propio placer;
- hedonismo universal (utilitarismo): el deseo de placer universal.
El hedonismo ético se basa en la creencia de que todo el significado de la vida de una persona está determinado por el deseo de recibir satisfacción de todo lo que hace. Ningún ámbito de la vida debería causar molestias. Una persona debe amar su trabajo y disfrutarlo, debe haber personas que le gusten cerca y debe tener pasatiempos interesantes. En este caso, deben excluirse por completo todos los fenómenos desagradables.
La idea principal del hedonismo es que es necesario vivir una vida placentera, llena de emociones positivas y actividades emocionantes, y no debe haber sufrimiento en ella.
¿Cómo se manifiesta el hedonismo?
El hedonismo considera todos los tipos de placer disponibles para una persona: comida deliciosa, sexo, pasatiempos, comunicación placentera, beber alcohol, etc. La mayoría de la gente asocia el placer con diversos placeres físicos, pero el hedonismo también implica recibir placer estético y moral. Puede ser el placer de contemplar un paisaje pintoresco, la alegría de la ayuda brindada desinteresadamente o el sentimiento de satisfacción por el trabajo bien hecho.
El hedonismo implica no sólo elegir actividades que brinden placer, sino también evitar todo lo que cause malestar. Y la segunda parte es mucho más difícil de entender para la mayoría de la gente. Muchos de nosotros nos involucramos constantemente en actividades insatisfactorias a las que podríamos renunciar por completo. A veces simplemente no podemos distinguir entre el placer real y el placer impuesto. En tales situaciones, nos parece que nos estamos relajando, pasando un buen rato con amigos, pero en realidad estamos bajo un gran estrés.
Es difícil encontrar dos personas con los mismos intereses y deseos, por eso el hedonismo se manifiesta de manera diferente en cada uno. Lo principal es poder resaltar cosas que le brinden verdadero placer y no causen molestias. Se puede llamar hedonista a una persona que “desperdicia” su vida, se divierte de todas las formas posibles, bebe con amigos, vive el hoy y no piensa en el mañana. Del mismo modo, un hedonista es un hombre de negocios exitoso que disfruta dedicando todo su tiempo libre al trabajo y haciendo planes detallados para los años venideros.
Principios del hedonismo
Para comprender completamente qué es el hedonismo, basta con conocer un principio fundamental de esta enseñanza: es necesario vivir para su propio placer, evitando el sufrimiento. Todo lo demás es individual, porque cada persona encuentra placer en cosas diferentes.
Al mismo tiempo, existen ciertos factores que influyen en la cantidad y calidad de las emociones que nos provocan nuestras actividades favoritas. Si quieres disfrutar más de la vida, recuerda estos principios y tenlos en cuenta cuando hagas planes.
- Las expectativas infladas conducen a la decepción incluso con un resultado positivo. Y las sorpresas agradables en un contexto de bajas expectativas son doblemente agradables. Por lo tanto, al planificar actividades agradables, no se deben sobrestimar las perspectivas. Es mejor pensar en un escenario más modesto y luego disfrutar más de eventos alegres inesperados.
- Pequeñas alegrías garantizadas pueden aliviar la decepción. Por eso, siempre es recomendable incluirlos en tus planes por si algunas expectativas importantes no se cumplen.
- No puedes exagerar con tus placeres favoritos. Digamos que probaste nuevos dulces con un relleno inusual y decidiste que a partir de ahora este será tu regalo favorito. Esto sucederá si ocasionalmente te entregas a ellos. Pero si empiezas a comprar estos dulces todos los días, pronto perderás el interés en ellos y perderás este placer.
- El disfrute de una determinada actividad depende en gran medida del enfoque que se le dé. Un ejemplo es el vino. Algunas personas lo beben a pequeños sorbos, intentando sentir cada nota de su sabor y observando los patrones que deja en el cristal del vaso. Y algunas personas lo beben casi de un trago como aperitivo. No se puede decir que la segunda persona haga esto sin placer, pero el nivel de placer es completamente diferente.
- La fuerza del placer depende del entorno y de la combinación con otras circunstancias placenteras. Por ejemplo, es más agradable comer una buena comida al aire libre, incluso si tu cafetería favorita lo prepara mucho más sabroso. E incluso el sexo puede ser mucho más placentero si va precedido de una cena romántica u otros eventos “especiales”.
Por supuesto, seguir los principios del hedonismo implica no sólo la búsqueda del placer, sino también la evitación del malestar. Por lo tanto, piensa siempre de antemano si realmente quieres hacer lo que estás planeando. También es recomendable preguntar a los demás sobre esto, porque el hedonismo implica que es bueno para todos, no sólo para ti. Y no olvide que no hay nada de malo en rechazar pasatiempos poco interesantes que le ofrecen los amigos.
Historia del desarrollo del hedonismo.
Esta doctrina fue fundada por el antiguo filósofo griego Aristipo (siglos V – IV a.C.). Creía que el alma humana tiene dos estados principales: placer y sufrimiento. En su opinión, no hay mucha diferencia entre los distintos tipos de estos dos sentimientos, y sólo cambia su intensidad. Aristipo estableció el principio básico del hedonismo: obtener el máximo placer de la vida evitando el sufrimiento.
Epicuro (siglos IV – III a. C.) creía que una persona debía vivir una vida «exitosa» y consideraba que el indicador más importante de una vida exitosa era la ausencia de sufrimiento y desgracia. Según Epicuro, una persona feliz es aquella que no tiene que lidiar con cosas desagradables. Al mismo tiempo, no dio mucha importancia a los placeres refinados y al lujo, creyendo que los más importantes eran los bienes simples y accesibles: la felicidad personal y una fuerte amistad.
El filósofo inglés Henry Sidgwick (1838-1900) definió a su manera qué es el hedonismo. Dividió este concepto en dos: “hedonismo ético” y “hedonismo psicológico”. El primer término se utiliza para referirse al hedonismo filosófico clásico descrito por Aristipo. El segundo implica el deseo de placer y evitación del sufrimiento inherente a nuestra psique.
Pros y contras del hedonismo
El hedonismo es un sistema de principios destinado a aumentar el nivel de felicidad de cada individuo y de la humanidad en su conjunto. Desde este punto de vista, sus beneficios pueden considerarse innegables. Además, las ventajas del hedonismo se manifiestan en lo siguiente:
- Divertirse reduce los niveles de estrés, favorece la relajación y el buen descanso. Esto te permite trabajar de forma más productiva, evitando el agotamiento emocional y ser más eficaz en todos los asuntos.
- Un defensor del hedonismo tiende a pensar no sólo en sus propios intereses, sino también en los de los demás. Por lo tanto, siempre es cómodo estar cerca de una persona así.
- Los hedonistas no acumulan negatividad. Gracias a esto, no son propensos a la toxicidad y casi nunca se pelean con sus seres queridos.
- Se ha establecido experimentalmente que el disfrute regular aumenta la creatividad y otras capacidades cognitivas. Incluso la salud física mejora, por lo que la vida de un hedonista se vuelve más placentera en todos los aspectos.
El hedonismo también tiene algunas desventajas:
- Debilitamiento del gusto por el placer. Si una persona tiene muchos placeres en su vida, le resultará más difícil disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas.
- Ociosidad. A veces surgen situaciones en las que realmente vale la pena trabajar unos días por las tardes para «lograr un gran avance» y atraer cambios positivos a su vida. El hedonismo te enseña a hacer siempre lo que quieres y no lo que necesitas.
- Daño a la salud. Esta enseñanza no limita a la persona de ninguna manera y fomenta todas las acciones que le brinden placer. Estos pueden incluir malos hábitos.
Conclusión
El hedonismo es una doctrina basada en una idea hermosa y afirmativa de la vida: cada persona debe vivir una vida feliz, recibiendo el máximo placer y experimentando un mínimo de sufrimiento. Por supuesto, no es necesario que tomes esta idea demasiado literalmente, pensando que sólo puedes vivir felizmente si tienes un yate navegando en algún lugar del mar Mediterráneo.
La esencia del hedonismo es no tener excesos, sino tomar la decisión correcta cada día. Tienes que elegir lo que te gusta, renunciando a todo lo demás. Cada día tenemos que tomar decisiones de diferentes tamaños, y el hedonismo simplemente nos dice qué opciones debemos preferir y cuáles debemos rechazar de inmediato.