3 errores de la historia

Barco abandonado en tierra

odos somos humanos y, como tales, todos cometemos errores de vez en cuando. Algunos son más frecuentes y otros menos, pero es difícil encontrar a alguien que nunca haya cometido un error en su vida. ¿Y qué es un error, exactamente? A veces, se puede corregir fácilmente, como un error tipográfico en una palabra… pero en ocasiones, las consecuencias pueden ser mucho más serias de lo que uno imagina.

1. El error espacial: el caso del Mariner 1

En 1962, la NASA construyó en Estados Unidos una nave espacial llamada Mariner 1, destinada a ser el primer vehículo en sobrevolar Venus y realizar estudios científicos. La nave contaba con una base hexagonal que albergaba componentes electrónicos, junto con dos «alas» de paneles solares y una gran antena para las comunicaciones con la Tierra. El desarrollo, construcción y lanzamiento de este proyecto costaron alrededor de 554 millones de dólares.

Sin embargo, el Mariner 1 tuvo una vida muy breve. Tras un despegue exitoso, permaneció en el espacio solo 293 segundos (casi 5 minutos) antes de que se detectara una desviación de su rumbo. Ante esta situación, el oficial de seguridad de la misión se vio obligado a destruir la nave para evitar que representara un riesgo.

¿La causa de este fracaso? Según la propia NASA, un simple guion faltante en el código de programación que controlaba la nave desde la estación terrestre. Este error tipográfico, aparentemente insignificante, costó millones de dólares y frustró la misión. Este caso es un recordatorio de cómo, en el ámbito de la exploración espacial, cada detalle cuenta.

2. La Biblia del pecador: un error tipográfico histórico

Este error tipográfico es más curioso que trágico, pero sigue siendo significativo en la historia de la imprenta. En 1631, se publicó una nueva edición de la Biblia en mil ejemplares. A simple vista, el libro parecía como cualquier otro, y muchos lectores no habrían notado nada extraño. Sin embargo, un pequeño error cambió radicalmente el sentido de uno de los Diez Mandamientos.

En lugar de «No cometerás adulterio», la Biblia contenía la frase «Cometerás adulterio«. La omisión de la palabra «no» alteraba por completo el mensaje de este mandamiento fundamental. Este desliz tipográfico resultó en la retirada de la licencia de los impresores responsables, y la edición fue apodada como la Biblia del pecador. Casi todos los ejemplares fueron destruidos, y hoy en día, solo algunos sobrevivientes se encuentran en manos de coleccionistas privados, convirtiéndose en raras piezas de museo.

3. Un error tipográfico criminal: la tragedia de Sarah Gosling

Aunque muchos errores tipográficos solo resultan en confusiones menores, hay casos en los que pueden tener consecuencias fatales. Uno de estos casos ocurrió en 2012 y resultó en la muerte de una mujer debido a un error en la base de datos policial.

Sarah Gosling fue víctima de abuso doméstico por parte de su esposo, Ian Hope, y el 25 de febrero de 2012 llamó a la policía pidiendo ayuda. Sin embargo, un error tipográfico cometido 13 años antes complicó la situación. En 1999, al ingresar la dirección de la víctima en la base de datos, se escribió erróneamente «T ewekesbury Road» en lugar de «Tewkesbury Road«. Este error provocó que los despachadores de la policía no pudieran ubicar el lugar exacto de la llamada de emergencia.

Mientras la policía intentaba aclarar la confusión sobre la ubicación, Ian Hope acabó con la vida de Sarah. Tres horas después del pedido de ayuda, él mismo llamó a la policía para confesar el asesinato. Este error de transcripción, sumado a la falta de diligencia de las autoridades, tuvo consecuencias irreparables.

Lo más trágico de esta historia es que Ian Hope ya había sido arrestado cuatro veces anteriormente por violencia contra su esposa, lo que subraya aún más la gravedad de la falta de acción de las autoridades. En lugar de acudir de inmediato para detener a un agresor conocido, los agentes se centraron en resolver la ambigüedad de la dirección, perdiendo un tiempo precioso que podría haber salvado la vida de Sarah.


Estos ejemplos demuestran que los errores, aunque a veces parecen insignificantes, pueden tener un gran impacto, especialmente cuando se trata de decisiones importantes o situaciones críticas. Detrás de cada gran organización, hay personas que pueden cometer equivocaciones, y en algunos casos, esas equivocaciones pueden cambiar la historia o, como hemos visto, costar la vida de alguien.

Un error puede pasar desapercibido en un ensayo escolar, pero si se comete en documentos oficiales o en una misión espacial, las consecuencias pueden ser devastadoras. Las historias de la nave Mariner 1, la Biblia del pecador y la tragedia de Sarah Gosling son recordatorios de la importancia de la precisión y la responsabilidad en el trabajo, y cómo cada detalle puede marcar la diferencia.