Qué es ser escéptico y ejemplos de personas escépticas

Primeros escépticos del mundo

¿Eres crítico con todo lo que te dicen? ¿Exiges constantemente pruebas? ¿Te gustan los hechos? Te contamos qué es ser escéptico y quiénes lo son.

¿A quién se suele llamar escéptico?

Los escépticos en el sentido común son personas que dudan y hacen preguntas antes de creer en algo. No dan por sentado la información y prefieren ver evidencia o explicaciones lógicas. Por ejemplo, si alguien habla de una cura milagrosa para todas las enfermedades, un escéptico no lo creerá de inmediato y querrá ver estudios científicos que respalden estas afirmaciones. El escepticismo no es sólo desconfianza en todo, sino más bien una actitud cautelosa y razonable a la hora de aceptar nueva información.

Visión del mundo de los escépticos

Pensamiento crítico: los escépticos utilizan el pensamiento crítico para analizar afirmaciones y teorías. Hacen preguntas, examinan pruebas y utilizan la lógica para llegar a conclusiones válidas.

Demanda de evidencia: En el centro del escepticismo está la demanda de evidencia y datos objetivos. Los escépticos tienden a dudar de afirmaciones que no están respaldadas por hechos o investigaciones científicas.

Apertura al cambio de opinión: los escépticos están dispuestos a cambiar de opinión si se dispone de una nueva evidencia confiable. No tienen creencias rígidas y están abiertos a nueva información.

Evitar los sesgos: los escépticos intentan evitar distorsiones cognitivas y sesgos que puedan distorsionar la percepción de la realidad. Se esfuerzan por realizar un análisis objetivo de la información.

Los primeros escépticos del mundo.

Los antiguos escépticos vivieron en la antigua Grecia y Roma y eran maestros en cuestionarlo absolutamente todo.

Imaginemos al escéptico antiguo como una persona que escucha la historia de Zeus lanzando un rayo y dice: “¿Estamos seguros de que esto no es sólo un trueno fuerte y un relámpago brillante? ¿Y quién vio siquiera a este Zeus? Les encantaba cuestionar todas las afirmaciones y mitos, sin dar nada por sentado sin pruebas.

Uno de los famosos escépticos antiguos, Pirrón, creía que no existe una verdad absoluta, e incluso cuando le preguntaban cosas simples, respondía con preguntas. Se le podría preguntar: “Pirrón, ¿esta manzana es roja?” Y él respondía: “¿Qué es “rojo”? ¿Y qué es una “manzana”?”

A los antiguos escépticos les encantaba jugar a juegos de palabras filosóficos. Si los científicos modernos les hablaran sobre física cuántica, podrían decir: “¿Entonces una partícula puede estar aquí y allá al mismo tiempo? Genial, pero ¿mi cena puede aparecer en mi plato y en mi estómago al mismo tiempo?

Su enfoque ante la vida era no preocuparse por cosas que no podían saberse con certeza. Fueron los primeros filósofos «bueno» que dijeron: «No podemos saberlo todo con seguridad, así que disfrutemos de la vida tal como viene». Ellos, en esencia, eran filósofos de la calma y la incertidumbre en un mundo lleno de misterios.

Otros escépticos antiguos famosos a quienes les encantaba levantar una ceja interrogativamente ante cada afirmación, como si dijeran: «¿Puedes probarlo?»:

Sexto Empírico : este tipo no sólo era un escéptico, sino también un médico. Consideraba la medicina como un gran signo de interrogación. Imagínalo diciéndole a un paciente: “Entonces, ¿te duele la cabeza? Pero, ¿cómo podemos estar seguros de que esta cabeza existe? Sexto era un maestro en cuestionar incluso las cosas más obvias.

Carnéades fue un verdadero crítico en el mundo de la filosofía. Si Carnéades estuviera vivo hoy, probablemente sería esa persona en Internet que deja comentarios como: «¿Dónde está tu prueba?» en cada puesto filosófico. Le encantaba refutar hasta las ideas más populares, como si fuera su deporte favorito.

Enesidemo : era tan escéptico que incluso cuestionó el escepticismo. Imagínalo diciendo: “Todos dicen que no saben nada con certeza… pero, ¿estamos siquiera seguros de eso?”. Enesidemo fue un maestro en crear círculos viciosos filosóficos de los que no era tan fácil encontrar una salida.

No perteneces a los antiguos filósofos griegos, ¿verdad? Si estás dispuesto a hacer preguntas, explorar y estar abierto a nuevas respuestas, entonces quizás tienes algo de verdadero escéptico. Pero si simplemente descartas todo lo nuevo sin intentar comprenderlo y analizarlo, entonces puedes ser simplemente un cínico, no un escéptico.

redactor 2
Manuel García

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