¿Qué comían los gladiadores?
Los gladiadores romanos, conocidos por su coraje y fuerza física, seguían una dieta especial que les ayudaba a mantener la resistencia y recuperarse de batallas extenuantes.
¿Qué comieron para volverse invencibles?
Dieta basica
La base de la dieta de los gladiadores eran los cultivos de cereales: cebada, avena y frijoles. La cebada se consideraba especialmente útil para fortalecer el cuerpo y los frijoles servían como fuente de proteínas. Los gladiadores comían diariamente una variedad de verduras, como repollo, zanahorias y nabos.
A base de plantas
Sorprendentemente, los gladiadores comían muy poca carne, raramente y en pequeñas cantidades: se cree que esta dieta les permitía mantener la resistencia y recuperarse rápidamente de las batallas y del entrenamiento.
Bebida isotónica vitaminada
Para recuperar fuerzas después de las batallas y los entrenamientos, los gladiadores bebían una bebida elaborada con cenizas vegetales: esta bebida contenía electrolitos y vitaminas, lo que la convertía en un isotónico eficaz.
El secreto está en la grasa
Pero no se sorprenda: ¡los gladiadores con sobrepeso eran especialmente valorados! Se creía que la capa de grasa servía como protección adicional contra lesiones. El exceso de peso también ayudaba a los guerreros a recuperarse más rápido de las lesiones, por lo que los gladiadores eran alimentados especialmente para que ganaran peso.
Dieta para ganar peso
Para ganar peso, a los gladiadores se les daban alimentos ricos en calorías, ricos en carbohidratos y grasas; su dieta necesariamente incluía:
- Gachas de cebada,
- Frijoles,
- Pan,
- Frutos secos,
- Aceite de oliva.