Filosofía del posmodernismo
La filosofía del posmodernismo es bastante difícil de describir brevemente. La posmodernidad no representa un sistema filosófico único. Para comprender la filosofía del posmodernismo, es necesario hacer una breve excursión a la historia y comprender el significado de la palabra «posmoderno».
¿Qué es “posmoderno”?
La realidad moderna en filosofía se caracteriza como posmoderna (o posmodernismo). La posmodernidad es nuestra era moderna, que ha reemplazado a la “modernidad” (modernidad significa “nueva”; la nueva historia ha sido reemplazada por la historia contemporánea). Si en la era de los Nuevos Tiempos (modernidad) muchos filósofos se caracterizaban por la fe en la razón, el progreso y el poder del hombre, entonces en la era posmoderna llega la decepción por estos valores anteriores.
La mente no es omnipotente. Además, la mente puede generar cosas terribles (una bomba atómica, por ejemplo).
El progreso tampoco trae beneficios exclusivos, como se desprende del ejemplo de la historia del siglo XX (guerras mundiales y otros problemas).
En la Edad Media, el centro de la cosmovisión era Dios, en los tiempos modernos, el hombre, en la era posmoderna, ni Dios ni el hombre. La gente moderna decide por sí misma qué creer y si creer o no. La sociedad y las personas parecen construir por sí mismas su propia realidad (así es como se forma una dirección filosófica como el constructivismo en la era posmoderna).
Por tanto, la posmodernidad no representa ningún sistema filosófico integral único. Más bien representa una especie de “decepción” respecto de los valores anteriores. Los representantes más destacados del posmodernismo : M. Foucault, J. Baudrillard, J. Derrida y otros.
Ideas básicas del posmodernismo.
Un componente importante de la filosofía del posmodernismo es el constructivismo y el relativismo epistemológico (cognitivo). Esto significa la presencia en la filosofía del posmodernismo de las siguientes “actitudes” clave:
- El llamado mundo real es esencialmente ilusorio.
- La verdad no se puede conocer ni explicar sin ambigüedades. Ella es multifacética.
- El mundo exterior no nos es dado desde el principio. Lo construimos nosotros mismos en un grado u otro.
- La afirmación anterior también lleva a la conclusión de que puede haber un número ilimitado de “construcciones” de la realidad y todas son iguales entre sí, no hay construcción más real, más verdadera, más objetiva;
- Y por tanto, una persona no conoce el mundo, sólo lo interpreta.
Es interesante observar que ese nihilismo del posmodernismo recuerda en cierto modo a la filosofía oriental, al budismo zen, por ejemplo. En Oriente, mil años antes que los posmodernistas, se proclamaba un relativismo y una ambigüedad de la verdad similares. Sin embargo, si Occidente resultó estar «decepcionado», entonces Oriente, por el contrario, realmente disfruta de la idea de la versatilidad e incomprensibilidad de la verdad en palabras.
Manuel García
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