Efecto placebo: Cómo el cerebro mismo cura el cuerpo
El efecto placebo es un fenómeno sorprendente: cuando te dan un “chupete”, tu cuerpo se siente mejor. El estado de salud mejora simplemente porque una persona cree en la “píldora mágica”.
Le das a una persona una pastilla de azúcar y la convences de que es el analgésico más nuevo. ¡Y el dolor realmente disminuye! Por supuesto, no funciona en todos y no siempre.
El efecto placebo se basa en la sugestión.
Un comentarista deportivo y periodista que decidió tratar a la gente y cargar agua desde la pantalla. Básicamente, el efecto placebo está en acción.
Resulta que nuestro cerebro no es solo un centro pensante, sino también un mago e ilusionista.
Cómo tu mente puede sanar tu cuerpo con un chupete
Pero ¿cuál es el motivo de este fenómeno? ¿Qué mecanismos utiliza el cerebro bajo la influencia de la convicción? Científicos de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) intentaron resolver esto.
Nuestro cerebro se parece a un cuidador muy importante y ocupado, abrumado por el trabajo. Al mismo tiempo regula muchos procesos en el cuerpo.
Cuando una persona toma un placebo, el enfoque del cerebro cambia. El cerebro activa una serie de reacciones que liberan en la sangre analgésicos naturales llamados endorfinas. En última instancia, reducen el dolor.
Los científicos pudieron rastrear la llamada vía neuronal. Los resultados del estudio fueron publicados en un artículo de la revista científica Nature.
La vía neuronal se ve así: En primer lugar, al consumir un placebo, se activa la corteza cingulada anterior. Es el principal responsable de regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Pero su papel no se limita a esto.
La corteza cingulada anterior también está activa durante la toma de decisiones y es responsable de las emociones. Además, aquí intervienen activamente las funciones cognitivas asociadas con la expectativa de recompensa.
Después de esto, la señal pasa al puente que conecta el cerebro y la médula espinal. Después de esto, se activa el cerebelo.
El cerebelo es una parte única del cerebro. Ocupa solo el 10%, mientras que en él se concentra aproximadamente la mitad de todas las neuronas.
El cerebelo es responsable de algo más que movimientos. Participa en los procesos de acumulación de experiencia y pensamiento. El trabajo con las sensaciones de dolor comienza en el cerebelo.
¡La sorpresa fue que en el cerebelo se activaron las llamadas células de Purkinje, que antes se pensaba que estaban asociadas exclusivamente con la coordinación de movimientos!
En los años 90, la gente de todo el mundo era tratada desde la televisión. ¡Para algunos, los placebos generaron enormes ingresos!
Estas células alcanzan la madurez sólo a la edad de ocho años, por lo que a los niños les resulta tan difícil coordinar los movimientos. Esta parte del cerebro está muy desarrollada en gimnastas y bailarinas. Pues tradicionalmente son ellos los que son susceptibles de tener problemas al beber alcohol, por lo que la persona empieza a dejarse llevar.
Por lo tanto, al estimular ciertas partes del cerebro, en este caso el cerebelo, se puede obtener un efecto sin los efectos secundarios típicos de las drogas. Los científicos ahora están buscando un mecanismo tan eficaz que alivie mejor el dolor.
El placebo no es una panacea
Es importante recordar que un placebo no tiene un efecto clínico grave. Por supuesto, en la práctica médica hay muchos casos en los que un placebo reduce el dolor y mejora los síntomas.
Y en la medicina oficial, el tratamiento positivo con placebo se ve con escepticismo.
En realidad, la homeopatía funciona según el mismo principio y, por lo tanto, fue eliminada de la gama de métodos médicos oficiales. Después de todo, esperar, especialmente en el caso de enfermedades graves, que el cuerpo se cure a sí mismo mediante la autohipnosis es muy peligroso para la propia persona.
Datos interesantes sobre los placebos
El color importa. Sorprendentemente, el efecto placebo puede potenciarse e incluso modificarse según el color del chupete. Por ejemplo, las pseudopíldoras rojas funcionan mucho mejor como estimulantes. Pero los azules son mejores para calmar.
La cantidad también importa. Resultó que si a los pacientes se les administraran dos comprimidos de placebo, ¡el efecto sería mejor!
No sólo una pastilla. Hay casos en los que las personas se curaron mediante operaciones con placebo.
Los médicos crearon la ilusión de una operación completa, pero en realidad no cortaron nada y no hubo cambios en el cuerpo. Y el hombre se recuperó.
Lorenzo Infante
Grado en Periodismo por la Universidad Politécnica de Madrid. Experto en redacción Web. He tenido la oportunidad de trabajar en una gran variedad de plataformas digitales y medios impresos. Creativo y apasionado de la lectura, con el objetivo es seguir explorando nuevas formas de contar historias y dejar una impresión duradera en cada palabra que escribo.